- Área: 8000 m²
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Proveedores: Atlas Concorde, Braston, Concresteel, Conspem Revestimentos, Coral, Daud, Deca, Galleria Della Pietra, Italit, Masterpol, Neorex, Permetal, Portobello, Tramontina
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La base urbana particular del barrio de Vila Madalena en São Paulo definió el proyecto creado por Triptyque Architecture: un complejo residencial construido en la calle Arapiraca. La integración con su contexto, un barrio de casas antiguas, cerca de bares y restaurantes, fue el objetivo principal de los arquitectos de Triptyque, a fin de establecer un diálogo natural entre el volumen construido de 8000 m2 y su relieve.
Para ello, los arquitectos decidieron dividir el complejo en ocho bloques distribuidos al azar, cada uno con un acceso independiente, cuya posición garantiza la mejor vista y optimiza la ventilación y la luminosidad natural. Un noveno bloque alberga los ascensores, los shafts y las escaleras, concentra las salidas de las pasarelas metálicas: lugar de circulación y socialización entre los habitantes.
El resultado es una configuración de apartamentos que permite una privacidad igual a las casas independientes. Con generosas terrazas y una amplia altura de techo, las unidades varían de estudios a triplex y pueden tener diferentes diseños. El área compartida en los pisos superiores y particularmente los pasillos, están bañados por la luz solar y muy ventilados.
La memoria colectiva de Vila Madalena tiene lugar en la elección de recubrimientos, cuyo predominio del concreto proyectado (material rugoso y rústico, casi primitivo, en color de grafito) es una referencia al recubrimiento muy usado por las antiguas construcciones del distrito.
La referencia histórica también aparece en la cerámica, como una mención a los portugueses, los primeros inmigrantes que ocuparon la región. Los azulejos azules y blancos, un homenaje al artista Athos Bulcão, cubren todas las fachadas internas. Lisos y reflectantes, dan vida a las fachadas mientras iluminan el centro del terreno. Las capas aparentes de los gaviones dan un aspecto brutalista al conjunto.
La vegetación juega un papel central en este proyecto, ya sea en los canteros verdes que envuelven las pasarelas metálicas, como en la planta baja, donde la densidad verde crea una atmósfera de bosque urbano debajo del edificio. Como si el edificio surgiera de la jungla, abriéndose como una plaza a la ciudad. En las dos entradas del edificio, la porosidad desvanece el límite entre el suelo y la acera creando un límite borroso entre lo público y lo privado, y revelando así la generosidad del proyecto en su conjunto.
"Hemos diseñado el edificio Arapiraca integrado a su contexto, pero al mismo tiempo, con una presencia sorprendente e innovadora", concluyen los socios de Triptyque Architecture.